domingo, 19 de diciembre de 2010

Corazón de piedra

Hace unos meses en un viaje a Valladolid con unos amigos me quejé de lo que pesaba mi bolso. Todas las mujeres afirmaron que el suyo también. Sin embargo entre risas les dije que yo por llevar, llevaba un kilo más en piedras. Entonces las repartí entre ellos.
En este tiempo he hecho bastantes viajes por España pero no encontré el momento de dejarlas. Sin embargo a partir de ahora me comprometo a llevarlas conmigo.


Estas son las nuevas: